Estaba yo sentada en mi cama tejiendo un oso para la Victoria (no por decisión propia, sino porque me lo pidieron con cara de súplica), el día estaba muy extraño, se nublaba y salía el sol con una frecuencia poco común para Santiago de Chile. De repente, la Victoria me dice: "mamá, un aco iriiiiiizzzz".... me quedé un par de segundos con la boca abierta, porque pocas veces se ve un arco iris tan marcado y fuerte... y grande... me dieron ganas de salir a buscar la olla de oro.
No hacen falta más palabras, véanlo ustedes mismos y después díganme si ustedes no estarían enamorados de sus ventanas si éstas fueran las suyas:
Hacia un lado tenía esta puesta de sol, que ya era impresionante... con un sol demasiado cálido... todo era color naranja... |
Hacia el otro lado nubes y una pequeña llovizna que hizo aparecer esa cinta de colores justo frente a mi ventana... |
De a poco se fue oscureciendo... pero el arco iris, en vez de irse, se veía más luminoso... |
Acá está en su máximo esplendor... |
acá también... |
Abrazos!
Ahhh bueno!!! Ese arco iris a la hora azul es precioso!!!!!!!!!!!
ResponderEliminar