lunes, 11 de julio de 2011

Fin de semana delicioso

Hay días malos, otros días que son neutros, otros buenos. Pero los días perfectos, esos en que realmente todo coincidió para que saliera como tú quieres y en que los planetas estaban alineados para permitir tu máximo disfrute... esos son pocos. Este domingo fue uno de ésos. 

En Chile empezaron las vacaciones de invierno. 3 semanas que para algunos padres es una complicación, porque tienen que ir a trabajar y mantener a los niños entretenidos al mismo tiempo. Pero para mí no. La Martina, como todos los años, el primer día de vacaciones se subió ansiosa a un avión sin mirar atrás para estar en 40 minutos disfrutando/aprovechándose de sus abuelos... que me la devuelven siempre bastante mal criada... pero vale la pena. No tengo que levantarme tan temprano y tener el 50% menos de niños en la casa es un descanso a pesar de que la extraño a morir!!!

Volviendo al fin de semana, con el innombrable y la Victoria necesitábamos aprovechar el domingo fuera de la casa. Así es que agarramos niña, mochila y cámara y salimos. El día estaba semi nublado, semi tibio... la tempreatura era ideal! Al principio no sabíamos bien dónde ir... algo con un entorno natural, dijimos. Que no esté lejos. Donde podamos almorzar. Sin mucha gente...... pocas opciones en Santiago. Terminamos en uno de nuestros lugares favoritos: la comunidad ecológica, que es un conjunto de familias que viven de manera bastante especial. Digo especial, porque es un terreno gigante (más de 350 familias y aún quedan muchos terrenos) en medio de la trama urbana, en donde predominan la naturaleza, las construcciones de adobe con madera y las actividades artísticas. 


Sinceramente, creo que esta comunidad es más hippie que ecológica. Conozco a algunas personas que viven ahí y, aparte del ambiente rural, no tienen nada de ecológicos... cierto flakita??? Jejejeje!!! En la entrada hay un lugar que se llama "el pueblito", en donde hay restaurantes y tiendas. Es lindo, aunque da pena que no le saquen más partido. En fin, lo pasamos increible, probé el pisco sour con albahaca (delicioso!!!), comimos rico y después paseamos por los senderos de la comunidad. La Victoria estaba feliz, el innombrable igual y yo para qué decir!


De vuelta a la casa pasamos al supermercado y la Victoria quizo correr por una plaza que hay ahí (estoy segura de que va a ser maratonista... puede correr y nunca parar!). La plaza tiene un puente que le encanta cruzar de ida y de vuelta... 5 mil veces si es posible. Es linda esa plaza, porque tiene árboles super grandes, tiene distintos niveles, por lo que sale del esquema común de plazas, está bien cuidada y va poca gente. Muy agradable.





Me gustó mi fin de semana. Un relajo total! No salí de la ruedita de la cámara en automático como tenía planificado, pero el fin de semana resultó mejor de lo esperado, así es que no importa. Esta semana sí me pongo las pilas. Prometido!!! Y prometo también postear mis primeras incursiones en manual.

Saludos!!!

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