martes, 19 de marzo de 2013

PARAÍSO PANGUIPULLI


Finalmente me decidí a hacer varios post sobre mis vacaciones por separado. Después de botar las botables, quedaron mil fotos en una carpeta que me llena el corazón de felicidad, porque son los recuerdos de unas de las vacaciones más lindas de mi vida. También me llenaron el disco duro,  así es que necesito otro computador.

Ante la maratónica tarea de elegir entre tanta foto sólo algunas para hacer un post, no tuve alternativa y opté por ponerme práctica para no dejar a ninguno de mis recuerdos recordables fuera. Hay fotos que tienen que estar, sí o sí, por lo tanto, dividir fue la opción. Al inicio intenté elegir sólo unas pocas, pero partía con una lista que ya era larga… después iba incluyendo algunas por sentimentalismo y terminaba con algo parecido a un testamento y tenía que volver a empezar. Así es que partía de nuevo… y vuelta al testamento. Y así llevo ya más de un mes desde que llegué y entre pito y flauta en mi blog comienzan a salir telarañas y a sonar los grillitos.

Antes de irme de vacaciones mis neuronas habían comenzado a fallar gravemente y mi temperamento era algo parecido a un tiranosaurio rex hambriento. Cuando mi avión despegó rumbo al sur, casi lloré. Juro que es cierto y eso que yo no soy llorona. El destino final era Lago Ranco, en la Región de Los Ríos, sur de Chile, pueblo encantador, lago maravilloso, belleza extrema, verde frondoso, aguas cristalinas. Pero como mi avión sólo llegaba hasta Temuco, porque no encontré pasajes hasta Puerto Montt ni Valdivia, que hubiera sido lo ideal, aproveché de pasar a la casa de mi hermano en Panguipulli, a quien no veía hace miles de años y que vive en el PARAÍSO. No me creen? Miren……..

Todo este verde está en el patio de mi hermano…








Esta mesa con cosas de campo recicladas, está en el patio de mi hermano…




Este río y la cascada también están en el patio de mi hermano…







Sin duda un paraíso, casi una falta de respeto para el resto de los seres humanos. Pero el paraíso más grande está en él y su familia. Ellos me acogieron con un cariño inmenso y dejaron en evidencia que el mito de que la gente del sur es cálida no es un mito. También me acogieron con una pizza... igual de inmensa… calculo unos 80cm x 50cm, cocinada en horno de barro. Pensé que no íbamos a ser capaces de comer semejante alfombra de queso… pero se me había olvidado que yo soy yo y mi hermano es mi hermano y que juntos somos como una especie de piraña devoradora de cosas ricas (juro por mi vida que sola no como tanto… esto me pasa sólo con él). No le saqué fotos a la comida… estupidez justificada, porque mi brutalismo mental por falta de descanso recién empezó a pasar un par de semanas después de llegar al sur, en ese momento aún estaba en estado crítico.

Rematamos la velada con berlines de Lago Ranco que había llevado mi papá, pura y deliciosa masa dulce frita rellena con manjar (dulce de leche para los argentinos y ni idea como le dicen españoles y venezolanos), crema pastelera o dulce de membrillo……. Y esto sólo fue el primer día. Como era de esperar, cuando volvimos a Santiago no sólo las maletas pesaban más.

Antes de seguir nuestro camino a Lago Ranco, el atardecer comenzó así…



Y terminó asá...



Imposible pedir más perfección. Con este comienzo... cómo no iba a tener unas vacaciones maravillosas???

4 comentarios:

  1. Esto es un paraíso sin lugar a dudas! Emanan tranquilidad pura estas fotos, Fla!

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    1. Nat, la tranquilidad, la pureza de ese lugar... son mágicas!

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  2. Tu hermano de verdad que vive en el paraiso! Que lindas fotos Fla!

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    1. Gracias Karininchen! Que bueno verte por acá! Te mando un besote!

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