Cuando uno se va de vacaciones a un lugar como este:
… uno se hace expectativas. Más aún, si las vacaciones
sólo van a durar 5 días hábiles. Más aún si llevas 7 años sin poder descansar,
salvo en contadas ocasiones en las que me tomé algún viernes por ahí para alargar
el fin de semana. Y salvo también por mi viaje de 10 días a EEUU el año 2008,
de donde llegué más cansada de lo que partí… por lo tanto, NO VALE!!!
(Entendiste innombrable??? No vale!)
Conté los días, la ansiedad me comía por dentro. De
hecho, en la oficina tenía una especie de calendario de adviento, pero para las
vacaciones… con cuenta regresiva y todo. De esos mismos que se encuentran en
las celdas de las cárceles. Lo reconozco, después de 7 años, estoy un poco
afectada a nivel emocional, racional y cognitivo, pero no he llegado a la
locura de verdad.
Hice miles de planes, como por ejemplo algo tan simlpe
como despertarme abriendo los ojos y no por el horrible sonido del despertador
(no es tan feo en realidad, pero cualquier cosa que me despierte pierde su
belleza para mí. Por ejemplo, si me despertara George Clooney……… bueno, no, él
no perderá la belleza nunca). El plan principal, por supuesto, era sacar muchas
fotos… y los otros planes eran las cosas típicas de las vacaciones, compartir
en familia, relajarse lo máximo posible, reirse hasta que me dolieran los
músculos, broncearse y comer rico y en cantidades y con muchas calorías.
No crean que mis planes no se cumplieron, hice todo
eso. Bueno, todo, menos broncearme, porque la verdad es que del color verde
azulado tipo enfermo que tenía, pasé a un tono decentemente blanco/rosado, por
lo que las personas ya no se asustan cuando me ven. Pero era lo menos
importante, así es que no importa. Cumplí con todo el resto. De hecho, tomé más
de 600 fotos, miren éstas puestas de sol por ejemplo:
El tema en cuestión, y que me dejó con un sabor
agridulce de mis “vac” (porque sólo 5 días, no clasifican como “vacaciones”),
fue que se hizo realidad mi peor pesadilla:
UN ATAQUE DE BICHOS EN LA
CASA DE LA PLAYA, EL PRIMER DÍA DE VACACIONES!!!
Yo, que tanto me esforcé por ponerme en modo zen desde
que hice mi maleta…… qué me pasa? Llego allá, a la deliciosa y acogedora casa
en la playa de mi mamá, y justo antes de dormir, teníamos ESTO por todos lados
(pinchar en la palabra esto). Pongo el enlace para que vean el insecto, porque
JAMÁS voy a poner una foto de esa horripilancia acá en mi querido blog.
De verdad no entendíamos lo que pasaba, por dónde
entraban. Las niñas no se querían dormir, lloraban asustadas y yo…… yo lloraba
por dentro la verdad. Me quería ir. Odio los bichos, especialmente estos, que
son termitas voladoras. Son totalmente inofensivos, ni siquiera comen madera
como las termintas tradicionales, son simplemente los insectos más feos, asquerosos
y detestables que existen. Se les caen las alas, que quedan esparcidas por todo
el suelo, si hubiera tenido zancos, me los pongo, lo juro. Como se quedan sin
sus alas, se convierten en una especie de hormiga gigante rojiza asquerosa. La
primera noche tuvimos que vaciar un frasco de veneno en spray en los
dormitorios. Bajó considerablemente la cantidad, pero aún así, era
espeluznante. “Dormí” con la luz encendida toda la noche y los espanté, y maté
y aplasté, hasta que me venció el cansancio. Cuando logré conciliar el sueño y
desperté de nuevo, a las 4am, tenía termitas en mis brazos, dentro de la cama y
a la Victoria
le caminaban por la cabeza. Nuevamente la rutina de matar/aplastar/espantar……
Perdón, pero necesito un descanso, no soy capaz de
seguir contando esta historia sin una pausa, así es que acá van algunas otras
fotos bellas que tomé…
Y MI FAVORITA DE TODO EL VERANO.....
Todo sureño sabe que uno o dos días en verano llegan estos bichos a invadir cuanto rincón encuentran. Es por eso que las ventanas se cierran temprano y, sólo con eso, evitas el sufrimiento. Si se te quedó una ventana abierta…… uf! Dios se apiade de tu alma. El problema era que nosotras no sabíamos por dónde diablos estaban entrando. La segunda noche, cuando ya había llegado todo el clan (prima, tía, abuela, la otra prima), la cantidad disminuyó considerablemente, porque hubo un gran cambio: mi prima menor, Florencia, descubrió la entrada de los malditos! Y adivinen dónde estaba: justo en el tabique que separa el dormitorio donde dormía yo, donde estaba la cabecera de mi cama. Es decir… #¡@*[“&_#!¿*’}!!!!!!!!!!!
Florencia, eres mi heroína! Te adoro!
Y después de dos noches de sufrimiento y neurotismo………
NADA!!! Simplemente no había una sóla termita. Era verdad que el problema sólo
duraba dos días.
Perdón, pero no saben el trauma que fue para mí. Tenía
que desahogarme en algún momento.
OK, sigamos, el segundo problema fue que de los 5 días
que debería haber descansado, trabajé lunes, martes, miércoles y viernes. Sí.
Trabajé todos esos días. Estábamos participando en una licitación en mi empresa
y me llamaban cada 5 minutos. La verdad es que no puedo culpar a nadie más que
a mí misma de esto. Primero, porque lo permití. Segundo, porque mi llegada a la
empresa produjo cambios en la rutina de todos y estamos en proceso de
adaptación y había que enfrentar esta situación. Y punto. Y colaborar era lo
justo después del trato que me han dado y, además, creo que uno tiene que
demostrar cuando no te conocen… bueno, demostré 4 días de los 5. Fue bastante
feo que mi prima Karin se bronceara en la terraza mientras yo estaba en el
computador con mi color verde azulado sacando costos de una obra, o que mis
hijas fueran a una caminata en la playa a ver el atardecer, y yo me quedara
encerrada llenando papeles para la licitación. Pero así y todo, creo que lo de
las termitas fue tan terrible y me relajé tanto cuando se fueron, que después
cualquier cosa me parecía linda o, por decir lo menos, inofensiva, como el
hecho de trabajar.
Pero no todo fue drama, hubo cosas buenas, muy buenas,
como lo fueron las caminatas por la playa, relajadas, en la mejor compañía:
Como les dije antes, saqué más de 600 fotos. La luz
estaba DIVINA y tuve los días más
variados: sol, luz dorada al amanecer y anaranjada al atardecer, una pizca de
lluvia, nubes de esas negras y gordas que me encantan…
Me levanté un día a las 6:30 am para sacar fotos con
mi mamá... esa vez sí usé el despertador, pero para salir a fotear, el sonido de
la alarma tiene una cierta dulzura. Ese día no estaba particularmente lindo el
amanecer, pero de las más de 150 fotos que saqué, un par me gustaron mucho…
Respiré aire puro y caminé con los pies en el mar. No
sé por qué el agua del mar tiene un efecto tan sanador/relajante/purificador…
simplemente se siente increible uno después de estar en contacto con el agua
salada. Y el ruido de las olas……… ay, que ganas de volver!
En fin… me agoté de sólo recordar todos los episodios
vividos en mis vac. Pero lo bueno de todo, es que las cosas lindas fueron más
que las feas. Y que la compañía estuvo excelente y que ya empecé mi calendario
de advacaciones de nuevo, porque el próximo año, voy a apagar teléfonos, vamos
a sellar la entrada de los bichos y no voy a tener vac, sino vacaciones.
Besos, espero que hayan tenido lindas vacaciones y nos
vemos en un par de días para mi publicación para LVM en el mes de febrero con
el tema: CÍRCULOS. Los dejo con las últimas fotos.
Te juro que si tus 600 fotos son como estas que pusiste en este blog, te pediría que las mostraras a todas!!!! Que maravilla!!!
ResponderEliminarHola Nat, al fin puedo responderte, no sé que pasaba con blogger y los mensajes. Muchas gracias por tu comentario, estuve en tu blog también y vi que tienes fotos preciosas. Ojalá pudieras ver el lugar algún día, se te hace fácil sacar fotos, porque es demasiado lindo y la luz siempre es divina! Si vienes a Chile algún día te lo muestro! Cariños!
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