Después de mi superlamentomedioagresivo del post anterior, vengo con un mood bastante más positivo. Tiene que serlo. Éste va a ser un post medio desordenado, porque hay demasiadas cosas en mi cabeza al mismo tiempo. Justamente, estoy aquí para ordenar. Como siempre, ninguna tiene que ver mucho con la otra, es científicamente imposible encontrarle un hilo conductor a mis pensamientos (gente valiente lo ha intentado y no se puede). Pero qué se le va a hacer. Así nací. No es culpa mía, es culpa de mi papá y mi mamá, que no pensaron que de un italiano desordenado y una alemana obsesiva del orden, podía nacer yo (culpar a los padres es lo mejor que hay). En fin, no vine a lamentarme por mi existencia, de hecho soy fan de ella, sino que vine a ordenar y porque cada vez que pongo mi menjunje mental en un post, la vida se me aliviana (la vida, no yo... ojalá fuera yo), la visión se me aclara, los pensamientos se me ordenan. Vamos por parte:
- Terminé mi curso Memorable, marketing para emprendedores del área creativa, de la escuela de Jackie Rueda y dictado por Mayi Carles. Dos palabras: LO - AMÉ. Es como hacerle una operación peineta a tu cerebro, botar lo inservible, establecer prioridades y clasificar para que todo se transforme en eficiencia misma y, al final, tomarse una pastilla concentrada de valentía. Sólo me falta pulir mi habilidad para concretar cosas, que por el momento la estoy supliendo con horas de no sueño en la noche (mi hora favorita para trabajar, cuando las niñas duermen y no suenan los teléfonos), aunque espero que esta fase acabe pronto, porque ando hace 4 meses con cara de zombie y ayer casi salgo a la calle con pantuflas.
- Gracias a todos los que me han mandado mails preguntándome por el accidente de Victoria. Ella ya está bien, aún le queda una leve marca y tiene como una textura abultada, pero estamos en fase final. Su pobre carita ya parece carita de ángel de nuevo (sólo la cara... ¡Belive me!) Las fotos que pongo a continuación no tienen que ver con el accidente, pero es el lugar al que me tuve que ir al día siguiente de que pasó. Es un campo increíblemente lindo, pero siempre estuve pensando en mi Vic y me sentí mal por haberme ido.
- Estoy desarrollando una especie de adicción al blog. No sé cómo pude tenerlo tanto tiempo botado. Quisiera tener el poder de viajar en el tiempo y corregir eso, pero creo que si volviera al año 2010 haría otras cosas más importantes que no hice y eso me da miedo, porque creo que mis acciones cambiarían dramáticamente el curso de la historia del universo y en todas las películas de ciencia ficción dicen que eso es malo. Así es que mejor dejemos todo como está no más, total, a quién le interesa tener un superpoder. Y además, ya me autoperdoné. En fin, el tema es que mi Cajón es como una catarsis concentrada y, aparte, una herramienta poderosa para concretar cosas, porque si digo aquí que voy a hacer algo, lo tengo que cumplir y punto, porque no voy a quedar como burra con audiencia internacional, ¿o creían que sólo me lee la alemana adicta al orden? No señor, me leen en 3 continentes, que podrían ser 3 personas... jajaja, ¡pero no! Incluso me leen personas que no conozco y que me mandaron mails durante mi desaparición. Al parecer, mi audiencia es floja para dejar comentarios. Pero igual los quiero.
- Ha sido el mes de las enfermedades y accidentes raros en esta casa y ya me estoy cansando, necesitamos un exorcismo. Hace años que las niñas no se enferman de cosas graves con nombre o que impliquen antibióticos, nebulizaciones y gastos millonarios en la clínica. Estábamos en una etapa super zen de salud desde hace un par de años y ahora hemos tenido una seguidilla de resfríos y bichos que no son graves, pero lo suficientemente aterradores como para quedarse en la casa y evitar que se agrave la cosa. Además, después del accidente de la Victoria, resulta que yo tengo dos desgarros musculares, un ligamento inflamado nivel dios y algo en la espalda que aún no sé qué es. Hoy comienzo el campeonato sudamericano senior y yo iba a participar por CDA de Concepción. Pero voy a tener que poner todo lo que es el talento rellenando las botellas de agua de mis compis, porque hasta vestirme es una tarea complicada en estos momentos. Ayer rematamos con una ida a la clínica, esta vez Martina con un dolor en el codo, que intenté con todo el poder mental que no fuera nada por dos días, pero ante tanta queja no me quedó más remedio que llevarla. Así es que ahí está ella con su tendinitis traumática y una venda y un cabestrillo por la vida. Nada de ésto es super grave, pero todo junto es un real fastidio. No sé por qué tengo la sensación de que me van a considerar para el amigo secreto en la clínica este año...
- Estoy obsesionada a más no poder y no puedo sacar de mi mente la idea de hacer un árbol de navidad de madera este año. Eso sí, tiene que ser tridimensional, porque el año pasado hice uno plano, de pared, que me quedó bellísimo, pero la reina Victoria se quejó por la falta de volumen del mismo. Yo estaba super contenta con el ahorro de espacio, el hecho de que no acumulaba polvo casi y la reducción de probabilidades de que alguna araña se sintiera cómoda y se quedara viviendo ahí como pasaba en el pino tradicional. Pero bueno, la jefa de navidad ya dio la orden, ¡qué puedo hacer yo! No encuentro la foto del árbol en cuestión y no tengo más tiempo para buscarla.
- Tengo chorrocientas ideas de fotos y no tengo minuto alguno para tomar la cámara y hacerlas. Ésto sí que me tiene con una ansiedad generalizada, porque si me estoy inventando un cuento como fotógrafa.... ehhhh... necesito fotos. Lo peor viene cuando tengo una idea genial y después se me olvida. Es lo más parecido a un apocalipsis que he vivido. Arruino completamente todos los otros aspectos de mi vida: redacto mal emails de trabajo, se me olvidan cosas, se me quema el pan, voy a un lugar y se me olvida por qué, pierdo la noción del tiempo, y todo por tener el 98% de mis neuronas en proceso de búsqueda de la información perdida en algún lugar de mi cerebro. Así es que opté por anotar mis ideas en una libretita. Mala idea. Me confié demasiado y ahora que las leo, no las entiendo. Lunes, primera hora am: desarrollar un método de registro eficaz para mis epifanías creativas. Si no puedo recordar mis superideas, ¿de qué me sirve todo el resto?
- EL LUGAR. Ese lugar donde voy a trabajar, hacer sesiones, talleres y a desarrollarme como artista. Sí, porque nací artista y no sé por qué diablos a los veintidiecinueve años y medio vengo a actuar en consecuencia. En realidad el por qué quedó explícito en el post anterior, pero sigo sin entenderlo. Bueno, ese lugar lo tengo semi escogido. Sólo tengo que llegar a algunos acuerdos con el amo y señor del inmueble, un ser adorable que se transformó en mi mejor y más imprescindible amigo (ésto último fue un claro intento de soborno para que acceda a mis peticiones), pero creo que finalmente resultará. Hace unos días pensé en colgar la toalla con este tema, pero NO. Tiene que ser ahí. Me visualizo ahí. Todos mis instintos me dicen que ESE es el lugar. ES AHÍ. Y punto. He dicho. ¡Caso cerrado! Así es que, JP, anda pensando y haciéndote la idea, porque ya quiero comenzar a botar, perdón, ordenar las cosas para desocupar el lugar. Y te advierto que tu amenaza de encontrar arañas de rincón (único animal realmente temible en Chile aparte del puma, pero esos están en la cordillera), no me va a frenar. Las fotos del gatito tienen todo que ver con lo que digo, porque es el guardián del lugar, me quiere más a mí que al dueño y creo que es una de las razones por las que él aún no me da una respuesta... ¡de puro celoso! El nombre del felino es Gnocchi.
- Declaro oficialmente que la primavera pasó a ser mi segunda estación favorita después del otoño, quedando el invierno en un digno tercer lugar de mi ranking. Finalmente, después de 12 años viviendo en esta ciudad, me estoy santiaguinizando. Esta información era importantísima, qué hubieran hecho ustedes sin ella, ¡cómo hubieran seguido con sus vidas!.......... ¡De nada!
- Y por último, les quiero contar que uno de los productos que estoy creando, mezcla fotografía, dibujos y textos (escritos por mí, obvio). Mi mamá dice que escribo bien. Al principio pensé que era el amor de madre hablando, pero después alguien que igual me quiere mucho, pero que no me donaría un riñón como mi mamá (yo supongo que mi mamá lo haría) me dijo lo mismo. Y luego otra persona y otra. Y así. Lo importante es que me doy cuenta de que lo disfruto y con tanta opinión positiva, mal no lo debo hacer (o tengo puros amigos poco letrados...) y como recientemente aprendí el bello arte de hacer lo que se me dé la gana y aprendí que es algo que no tiene nada de malo, ok, ahí voy, espero que resulte un producto lindo y apetecible. Voy a comenzar haciéndolo conmigo misma, por lo que voy a poder poner en práctica el curso de autorretrato que hice hace un par de años. ¡Glup! Yo al otro lado de la cámara... Pero ya dije en el post anterior que había mandado al miedo 6 feet under, así es que me lanzo con todo. Y uso esta última frase como prueba científica de lo que dije en el punto 3, sobre la utilidad del blog en términos de ser consecuente y concretar sí o sí las cosas que están en el Cajón. Voy a mostrar avances, lo prometo.
Lo sé. Cero capacidad de síntesis. Por favor, les ruego aceptarme tal cual soy.
¿Se dieron cuenta de mi flojera? Sólo hay fotos que hice con el teléfono y subí a Instagram. Pero soy la defensora número 1 de IG, porque es el mejor juguete del mundo junto con los Legos.
Acá hay otro par de fotos. No combinan con nada de lo que estoy diciendo acá, pero me gustan y no sería mi primera incoherencia palabra-foto.
Feliz finde a todos!
